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De Jubilado a Oaxaqueño:
Mi Viaje por los Ex Conventos de Oaxaca
Me llamo John, un jubilado estadounidense que decidió recorrer Oaxaca y terminó encontrando un hogar. ¿Cómo, se preguntan? Déjenme contarles mi historia, llena de giros inesperados, risas y un secreto que cambió mi vida.
Fue en Grillotours donde inicié mi viaje por los conventos de Oaxaca. El primero fue el ExConvento de San Juan Bautista Coixtlahuaca, cuyas serpientes adornando la fachada me hablaron de un pasado lleno de misterios. Ahí conocí a Rosario, una guía local con una sonrisa tan brillante como el sol de Oaxaca. Pero no fue solo la sonrisa de Rosario lo que me cautivó, sino su amor por Oaxaca y su vasto conocimiento de su historia.
Continuamos hacia el ExConvento de San Pablo y San Pedro Teposcolula, un ex convento en Oaxaca de una belleza impresionante. Aquí, Rosario me compartió un dato curioso: su
capilla abierta es la más grande de Latinoamérica. ¿Pueden creerlo? Pero eso no es todo, en medio de su encanto, Rosario y yo compartimos una risa cuando un loro local decidió unirse a nuestro tour, reclamando ser el verdadero guía.
Luego, en el pueblo de San Pedro Yucunama, conocí a Don Ramón, el vendedor de tlayudas más famoso del lugar. Sus tlayudas, crujientes y llenas de sabor, son el tentempié perfecto para cualquiera que visite este maravilloso pueblo.
Nuestra última parada fue con una familia de artesanos de la Mixteca, donde aprendí a apreciar las finas artesanías de palma. Pero fue aquí donde mi vida cambió para siempre.
En medio de la risa y el compartir, Rosario me confesó un secreto que me dejó sin aliento. Ese hermoso ex convento de San Pablo Oaxaca, era su hogar ancestral. Rosario era descendiente directa de los primeros habitantes del convento.
Fue en ese momento que supe que Oaxaca era mi destino. Me mudé a Oaxaca no solo por su rica historia y elleza, sino por el amor que encontré en sus calles empedradas y en los ojos de Rosario.
Mi aventura en Oaxaca me enseñó que la historia no solo se encuentra en los libros o en los templos en Oaxaca, sino en las personas que la viven todos los días. Si estás listo para descubrir tu propia historia en Oaxaca, te recomiendo que reserves tu tour con Grillotours. Porque Oaxaca no es solo un lugar para visitar, es un lugar para vivir.
Y recuerden, si tienen hambre durante el recorrido, no olviden las tlayudas de Don Ramón. Porque, ¿qué es una historia sin un buen bocado para acompañarla?
